Nuestro tiempo quiere que el HOMBRE esté en el Centro. Y hemos dejado a nuestro CREADOR en un segundo plano.
En esta obra maestra,“Trinidad misericordiosa”, el hombre se encuentra también en el centro. ¡Pero qué hombre!. No se trata del hombre autónomo, consciente y orgulloso de sus propios valores. No, sino el ser humano en toda su debilidad y miseria.
Y también, Dios parece ser puesto al margen.Pero esta sería una falsa interpretación de lo que el artista quiere explicar. El Hombre, que está claramente en el Centro, es el hombre débil, acogido por Dios misericordioso. Está rodeado, por todas partes por ‘’Dios-puesto de lado”.
– El Padre,lleno de amor, se inclina hacia el hombre. lo abraza, lo sostiene,se ocupa de él, con ternura.
– Jesús, el hijo de Dios, se inclina hacia él, está por debajo del hombre caido. Coge los pies del hombre, los cubre de besos, los lava. “No he venido para ser servido sino para servir”. – El Espíritu Santoen forma de paloma y al mismo tiempo como una llama, viene de arriba y baja sobre el hombre para inundarlo de su amor y habitar en él.
Para Dios, el hombre está en el Centro. Dios se arrodilla ante el hombre y desea que el hombre coloque a Dios en el centro de su vida. Dios elige el camino de la gracia.Dios, el fuego del Espíritu, el AMOR en abundancia. ¡Qué bueno es el poder encontrarse en el CORAZÓN de un Dios así!
Vivamos juntos con ÉL, en ÉL, por ÉL, hoy y todos los días de nuestra vida. Oh, Palabra eterna, pronunciada por Dios. Quiero pasar mi vida escuchándote, adorándote, sirviéndote en mis hermanos y hermanas. Amén.