El pasado sábado, 29 de mayo 2021, vísperas de la Santísima Trinidad, el Obispo de Jaén, Don Amadeo Rodríguez Magro, impartió el Sacramento de la Confirmación a 33 miembros de la comunidad parroquial de San Isidoro de Úbeda. Junto a él, estuvieron concelebrando el párroco, D. Sebastián Guerrero Fernández; los dos sacerdotes adscritos a la Parroquia, D. Jesús García Ramos y D. Eusebio Figueroa Mora; junto al Secretario Particular del Prelado, D. Juan Pedro Moya Haro.
Comenzó la celebración con una monición introductoria por parte de una de las catequistas y a continuación, el coro de la Cofradía de “Nuestro Señor en la Columna”, “Madre de Caridad”, perteneciente a la Parroquia, entonó el cantó con el comenzó la procesión de entrada.
Durante la homilía, el Pastor de la Diócesis, resaltó la importancia de la Solemnidad de la Santísima Trinidad que estábamos celebrando, como algo fundamental en la vida de todo cristiano, haciendo referencia al resumen de este Misterio que hace San Agustín de Hipona: «Dios es amor eterno: el Padre es el Amante, el Hijo es el Amado y el Espíritu Santo es el Amor que mantiene unidos a los dos». También recordó a los confirmandos que con el Sacramento que reciben, no termina nada sino que comienza todo en su vida cristiana.
Tras la profesión de fe, otra de las catequistas resumió en dos moniciones el sentido de los gestos que se iban a realizar a continuación, la imposición de las manos y la Crismación por el Sr. Obispo, tras las que, en silencio y en un ambiente de oración, los 33 catecúmenos recibieron el Don del Espíritu Santo.
Antes de finalizar la celebración, el párroco, felicitó al Obispo en nombre de toda la comunidad por la celebración de su quinto aniversario como Pastor de la Diócesis del Santo Reino, tras lo que todos dieron un sonado aplauso en agradecimiento por la entrega y el ejemplo de Don Amadeo. “Ayer hizo cinco años que llegó a nuestra Diócesis. En su primera homilía como Pastor de esta tierra de olivares nos dijo que venía como “Apóstol de Jesucristo”, para transmitir el “perfume del Apóstol”, el olor de la Iglesia, que es de la unidad, en el buen olor de Cristo, impregnado por el olor a oveja de este rebaño giennense. No tenga la menor duda que lo ha transmitido. Con su buen hacer, su simpatía, con su característica sonrisa, con su incansable empeño misionero, ha hecho que nuestra Iglesia esté en salida, con sus puertas abiertas, haciendo realidad el sueño misionero de llegar a todos”.
Terminamos la celebración poniendo a todos los confirmandos en manos de la Virgen María, en cuyo mes estábamos celebrando dicho Sacramento.
FELICITACIÓN AL SR. OBISPO
Sr. Obispo:
En primer lugar, gracias por haber hecho partícipe a esta Parroquia del Don del Espíritu Santo por medio del Sacramento de la Confirmación en este día en que reafirmamos nuestra fe en la Santísima Trinidad como comunidad de Amor.
Ayer hizo cinco años que llegó a nuestra Diócesis. En su primera homilía como Pastor de esta tierra de olivares nos dijo que venía como “Apóstol de Jesucristo”, para transmitir el “perfume del Apóstol”, el olor de la Iglesia, que es de la unidad, en el buen olor de Cristo, impregnado por el olor a oveja de este rebaño giennense.
No tenga la menor duda que lo ha transmitido. Con su buen hacer, su simpatía, con su característica sonrisa, con su incansable empeño misionero, ha hecho que nuestra Iglesia esté en salida, con sus puertas abiertas, haciendo realidad “el sueño misionero de llegar a todos”.
Como Buen Pastor no ha querido encerrarse en su despacho de Jaén, todo lo contrario, no ha parado de visitar a todas las comunidades parroquiales que conforman nuestra Iglesia del Santo Reino, sin importarle que sean más grandes o pequeñas. No lo ha detenido ni esta Pandemia que vivimos. Prueba de ello es que, en una semana, esta es la tercera vez que viene a nuestra ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Gracias Señor Obispo por su ejemplo, por ser un estímulo para esta porción del Pueblo de Dios que se siente orgulloso, del orgullo que no es pecado, de tenerle como Obispo.
Decía el Titular de esta Parroquia, San Isidoro de Sevilla, que “del mismo modo que se debe amar a Dios con la contemplación, también hay que amar al prójimo con la acción.” Así lo hace Usted, y puede que en su sencillez se sienta algo incómodo con estas palabras, pero como decía Santa Teresa de Jesús, “humildad es andar en verdad”y la verdad hay que decirla.
Señor Obispo, Dios lo siga bendiciendo y fortaleciendo en su ardua labor evangelizadora y la Virgen de Guadalupe lo guarde en su amor de Madre.
Felicidades y gracias por el quinto aniversario de su presencia entre nosotros.