Durante siete siglos las Parroquias de Santa María y San Pablo, han subsistido, en medio de múltiples dificultades como parroquias independientes. Fue en año 1998, cuando debido sobre todo al debilitamiento del número de sus vecinos y la necesidad de refundir las ocho parroquias existentes en una ciudad con un total de unos 31,000 habitantes, se vio la conveniencia de su fusión. Los límites actuales corresponden básicamente al recinto amurallado. Iniciándose en la Calle Pastores (impares), Rastro (Impares), Cruz de Hierro, hasta llegar a Cristo del Gallo, Camino Ancho, Calle Valencia.
Su recinto compuesto de calles estrechas e irregulares en su mayoría, características de la tradición árabe, sorprenden al visitante por sus casonas nobles y palacios suntuosos, escondidos en los vericuetos de sus callejas. El silencio y la poca luz invitan a la contemplación y a la oración. ¡¿Cómo no recordar a nuestro místico S. Juan de la Cruz?¡
Mientras que en el 1936, desapareció, el Archivo de Santa María, sí se ha conservado completo desde mediados del XVI, el Archivo Parroquial de S. Pablo, con sus numerosos libros de Bautismos, Matrimonios y Defunciones, conservándose también en él, parte de los archivos de las desaparecidas, Sto Tomás y S. Juan Bautista.
HISTORIA
IGLESIA DE SANTA MARÍA
Fue constituida en el momento de la reconquista por S. Fernando como Iglesia Principal y está erigida donde estuvo en su tiempo la Aljama, mezquita principal árabe. De la edificación islámica queda una puerta que servía de comunicación entre el Alcázar y la Mezquita. También se conservan en parte algunas arquerías y pilares primitivos. Es sin duda uno de los templos ubetenses que más transformaciones y reconstrucciones ha sufrido. No hay por consiguiente en él unidad arquitectónica.
A la entrada de claustro , unos capiteles románicos pugnan por esgrimir su grito antiguo, aplastado: su grito apasionado por la balumba masiva de sucesivos, reiterados, ímpetus innovadores. Triunfa en el claustro la vigencia de un gótico ambientado de sutiles melancolías, de añoranzas que cuajan en serenidades. En el interior, en vano trata de imponer su autoridad la hegemonía renacentista; todo aparece como una ingobernable democracia artística, perdido cualquier equilibrio compensatorio: el gótico florido, el plateresco, el puro clasicismo y hasta el impuro barroco. Pero en conjunto, una nota meritísima tiene nuestra Iglesia Mayor: la originalidad.
Consta de tres amplias naves centrales, y dos laterales en las que se abren las capillas. Los arcos correspondientes al crucero, atrevidísimos, del siglo XVI, son rebajados y unen la capilla mayor con el coro. La disposición actual del exterior del templo es relativamente reciente. Las fachadas Norte y Levante se iniciaron en año 1615 y se finalizaron en 1645. En la portada principal existe un grupo que representa la Adoración de los Pastores. Los dos campanarios datan de 1887.
Atravesado el atrio del templo, nos encontramos con el claustro gótico que mandó edificar en 1512 el canónigo D. Pedro Becerra. Rodea el claustro a un patio que perteneció a la desaparecida Aljama. Este conjunto es de una gran belleza.
Verdaderos remansos de paz estos claustros de las iglesias catedrales o colegiales, cuya densidad histórica y artística, impermeable a cualquier sugestión frívola, envuelve el pensamiento en un nimbo amoroso. Más que el mérito arquitectónico en sí mismo, son el ambiente sedante, el silencio, la presencia mística de los cipreses, ya perdidos, –a cuya sugestión viene a unirse muchas veces la difusa, tremente, armonía del órgano cercano- quienes prestan a este recinto su natural encanto, haciendo de él un “sitio real del espíritu”, sede de la meditación.
IGLESIA DE SAN PABLO:
En el lugar de otra antigua mezquita, admiramos hoy a San Pablo. La fundación de esta iglesia puede darse como segura a mediados del siglo XIII, pudiendo también asegurarse, por los restos que de ella subsisten, que la primitiva construcción fue puramente románica, obnubilada y avasallada por la pujanza del gótico.
La Portada del Poniente, llamada “de los Carpinteros”, aventura ya una tímida ojiva. Después el templo acepta el dominio goticista que obtiene uno de sus más tardíos triunfos en la Portada Sur, construida en el siglo XVI.
El apogeo gótico, sin embargo, deja huella en este templo, con toda la gama de sus fórmulas: desde las incipientes, recién desprendidas del románico, austeras y sobrias, hasta las complicadas del período postrero, que se manifiestan en abundosa profusión de pináculos, cresterías y nervios entrecruzados. Luego, también nuestra iglesia pagó su tributo al renacimiento en sus distintas modalidades, del plateresco al barroco.. Templo “liberal”, en suma, San Pablo, donde conviven las más opuestas tendencias arquitectónicas.
La configuración octogonal del ábside, construido en el año 1380, por mandato del Obispo D. Nicolás de Biedma, denota así mismo, la filiación románica del templo. La torre plateresca, se terminó en 1537. Levantada por disposición del Cardenal D. Esteban Gabriel Merino, oriundo de Santisteban del Puerto, y Obispo de Jaén desde 1523 al 1535.
La portada principal es la del Mediodía, que hizo edificar en 1511 el obispo constructor, D. Alonso Suarez de la Fuente del Sauce (obispo de Jaén desde 1500 a 1522). Está dedicada al santo titular, San Pablo, cuya imagen se ostenta bajo un trabajadísimo doselete. Sobre los arcos del tímpano está esculpida la imagen de la Santísima Virgen María, sostenida por ángeles.
Ante la portada gótica de San Pablo –nos dirá D. Juan Pasquau- la imaginación también se advierte flamígera, como si de pronto notásemos un brillo nuevo en todos nuestros ideales antiguos.
Datos recogidos de BIOGRAFÍA DE UBEDA. D. Juan Pasquau Guerrero
En el año 2013, siendo responsable de la Parroquia D. Robustiano Gallego se arreglaron las cubiertas y la torre del templo de S.Pablo.
También son numerosos los datos que muestran la presencia de personas ilustres al frente de ambas Parroquias a lo largo de los siglos. Tan sólo dejamos constancia, a partir de la guerra de los PARROCOS: Santa María: D. Marcos Hidalgo Sierra, D. Diego García Hidalgo y de los VICARIOS: D. Manuel Montoro, D. Luis Mª Juárez y D. Manuel García Hidalgo.
A partir de 1998 se funde con la de S. Pablo, presidida desde la guerra por PARROCOS de S.Pablo: D. José Amadeo, Los Carmelitas, D.Juan Ángel Muñoz León, D. Miguel Peinado, D. Francisco Barredo Salazar, D. Jesús Moreno Lorente, D. José Lomas, D. José Araque, D. Antonio Baeza y D. Antonio Vela Aranda (13/06/2013) nombrado a su vez Rector “in solidum” de la Basílica Menor de Santa Mª de los Reales Alcázares. LOS VICARIOS: D. Tomás Colmenero, D. Juan de Dios Sánchez Ortiz, D. Pedro Mira, D. Miguel Ruiz Díaz, D. Antonio Barredo Salazar, D. Luis Fernando Criado, D. Miguel Ángel Jurado, D. Antonio Javier Cañada. Manuel Alfonso Pérez Galán.
Interior de San Pablo